El perro.
El perro.
¡Qué triste y que cansado debe sentirse el perro!
andando entre la gente, que solitario y viejo.
Ya no busca a los niños para jugar con ellos,
ni su alegre ladrido suena en el basurero.
Su mirada no acusa...
y sus ojos se cierran cansados de recuerdos.
Que triste y que cansado debe sentirse el perro.
¿Soñará en otros tiempos? cuando lo abandonaron,
siendo aún un cachorro, al lado de mi pueblo.
Y se preguntará que como hemos crecido,
haciéndose el más viejo.
¿Donde estará el anciano que amansaba su pelo?
Su banco está vacío desde hace mucho tiempo,
y su pelo sarnoso solo recibe golpes,
cuando se acerca, a veces, al patio de recreo.
Quizás por un momento;
antes de que se cierren para siempre sus ojos
y descanse aliviado de tanto sufrimiento,
piense en aquella gente...
que un día lo abandonaron al lado de mi pueblo.
Hoy lo vi por la calle
y sentí que algo extraño me apretaba en el pecho.
Avanzaba despacio perdido entre la gente
solitario y más viejo.
¡Que triste y que cansado debe sentirse el perro!
Antonio Nogales Benítez.
Comentarios & Opiniones
Bonito poema!!!
Gracias por compartir
Saludos
Antonio... què bien expresada la desdicha de un perro.
Saludo. Tristes palabras que mencionan al "mejor amigo" de otro abandonado. He visto y visitado personas en peor situación que su perro, en lugares que se dicen ricos y desarrollados. He visto a hijos tan desalmados que...Bueno. Que siga su pluma.