MAGIA
Es el azul fingido del mar y del cielo,
la flor que emerge a pesar de nosotros,
la sonrisa que percibimos en otros
ajenos y que conjeturan desvelo.
Es el camino inédito de cada jornada,
descubriendo hitos que ignorábamos,
porque sólo veíamos y no mirábamos,
sólo oíamos pero no escuchábamos,
y ahora nos sorprende y arrebata.
Es el niño que se divierte con poco,
porque ese poco le basta,
siempre creímos que lo quería todo
sin imaginar que el poco le sacia.
Es el tiempo que atropella,
que transcurre con desdén,
es el tiempo en oropel
que malgastamos sin tregua.
Es la muerte que juzgamos acabamiento,
cuando es pura vida sin condiciones,
transcurrimos infinitos hacia un firmamento
que rezuma amor, paz y bendiciones.
Es el mal que no existe,
por ser simple desarreglo
del ego que nos persigue
a través de sendero expuesto.
Es la indiferencia hacía el enredo
que se esconde en todas partes,
sobrevivir es desechar lo cierto
que columbramos de malas artes.
Es la vejez que no acatamos
en la juventud más encendida
aunque al llegar la amamos,
siendo la postrera partida
en la que nada nos jugamos.




