Hoy me encontré en la senda
con un “ángel” del universo,
era el hombre un poquito feo,
mas grato y risueño
con seráfico verbo
de abnegada belleza.

Que era un “ángel” estoy seguro,
comisionado por alguien que me ampara,
¡Porque él me amaba!
¡Y conocía quién era!
¡Y me esperaba
con una sonrisa sincera!,
a las puertas del cielo.

Ignoro si me merezco
tal prebenda, si lo que hago
es por halago
o por sentimiento.

Si siento odio, rencor,
deseo de venganza
contra el mundo entero,
¿Qué hace el amor
exclamando “te quiero”?
¿Salvando mi alma?

No soy bondadoso, y aunque me esmero,
nunca llegaré al insigne cielo
plagado de entes virtuosos
que renunciaron a sus negocios
para atender a otros con tanto desvelo.