Llueve a cántaros

poema de Angie Natali

Está lloviendo, llueve a cantaros.
Y el fuerte viento azota puertas y ventanas,
y la marea sube, sube tanto que se desborda.
Y ese viento y lluvia antes inofensivos
son ahora un inevitable tsunami;
el cielo no ayuda porque truena y lo hace fuerte,
y se oscurece.
Las nubes nunca tan densas como ahora amenazan con disparar,
y al menor movimiento de aquí abajo lo hacen,
grandes bolas de granizo ahora golpean también,
y no hay refugio,
los árboles que no caen son ahora enormes fuentes de energía
que atraen a los rayos.
La tormenta va en crescendo
y es inminente el desastre.

Se escuchan las llaves y abren la puerta.
Silencio.
La tormenta deja de rugir,
pero en silencio sigue acabando con todo,
se hacen represas de urgencia para contener los mares desbordados,
pero el caos de la tormenta se ve reflejado en las ventanas.
- Hija? Porque no sales un poco, está haciendo un día hermoso. -

Ya la marea se ha calmado y los vientos también,
pero las nubes siguen ahí, acosando.

- Voy mamá -

Que bello día que hace,
el sol de medio día calienta todo,
las aves trinan
y el viento cálido acaricia sus mejillas.

¡Que lindo día que hace fuera,
pero si que llueve,
y llueve a cántaros aqui dentro!