El beso
poema de Angie Natali
Y lo besó.
Pero no como la primera vez,
sino completamente diferente,
ya no con miedo ni temor,
sino con todo el sentimiento,
y el deseo que habían reprimido
por huir y esconderse de las críticas y de la realidad
ahora afloraba también,
¡si! lo deseaba.
Sus labios ahora tan cerca
temblaban por la necesidad de estar juntos,
y sus manos jugaban a besarse también,
y sus cuerpos queriendo ser uno
(pero aun separados)
estaban siendo presionados
por el miedo y la ansiedad que alguien mas entrara en ese ascensor,
eran pocos pisos, poco tiempo.
Pero ¡ay!
Que momento tan lleno de eternidad.
Y lo beso.
Sus labios se juntaron por pocos segundos,
pero la sonrisa causada por ese beso...
¡Sí que es eterna!
Comentarios & Opiniones
"Sus manos jugaban a besarse también" Lo importante es que lo besó... de los labios a los dedos.