El festín

poema de sufíe

Los tambores retumbaban en la frondosidad, las finas pieles de cabrito templadas de extremo a extremo se veían interrumpidas por la maceta de caoba que golpe tras golpe conducía el ritmo de la noche. Las leñas blandas y duras ardían en su intento por no apagarse entre los vientos que las seguían. Era un festín, una noche de fruición y deleite guiada por el palpitar continuo que generaba la melodía del tambor.

Ya la esencia del alma se veía plasmada en cada roce de la corteza, las raíces diferentes se entrelazaban una tras la otra y con tal firmeza que no dejaban campo para la timidez.

En algún lugar del bosque, a eso de algún tiempo de la vida, en donde la oscuridad de la noche es inevitable pero confrontada, se encontraban estos dos Bellos-Durmientes con piel de corteza esperando no ser cenizas.

Comentarios & Opiniones

Lorena Rioseco Palacios

Festín de imágenes evocadoras y atrapantes, miles de estrellas seguiré leyéndote querido Andrés y un cálido abrazo!!!

Critica: 
Silvia

Muy buenas letras,un gusto leerlas,saludos y beso.

Critica: 
María del Rocío

Eres un buen escritor, es un gusto leerte por ves primera. Te doy una cordial bienvenida! Saludos

Critica: 
Xio

Pero que belleza, muchas gracias por permitirme conocerte, ha sido un placer, bello poema, saludos cordiales, buenas noches.

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