MONSTRUOS hambrientos de amor.

En su soledad
a veces llora sola
maldice su maldición
porque el amor le a orca.

Oprime su corazón
hasta explotar su razón
en éxtasis de pasión y recuerdo
de una noche eterna como un segundo
y dolorosa como la muerte.

Llora lagrimas de sangre
por haber caído en la tentación
que hoy ya no le produce tanta pasión
porque al hacer habitual su traición
su corazón ya ni se inmuta por el dolor.

y desde aquella noche
dejo de ser una dama para convertirse en un monstruo
de miradas que matan, de caricia que tientan , de besos ardientes
que mi cuello quemaron
mi alma calcinaron
para tan solo ver mi corazón destrozar.

De sentir el dolor
de jugar al amor de dos
si tuve impares
de ser fuerte
cuando ser débil era lo mas razonable.

Ahora veo a mi alrededor
y me doy cuenta
que esta traición
nos convirtió a los dos
en monstruos sin razón
que destruyen a otros
por el placer del amor.
Andres Felipe Paz Possu.