Sempiterno
poema de Natalia Garcia
Es una tarde lluviosa y de alguna forma llega a sentirse un sonido melifluo y el petricor me es agradable
De repente un ademán me hace sentir gigil y me llega un kairosclerosis
Tengo un avenoir y llega a mi mente un mangata, el que vimos los dos aquella noche acendrada en un estado de emuná
Y aunque yo se que es superfluo, atisbe mis recuerdos idílicos junto a ti
Y me di cuenta que desde que te conocí nunca me sentí engentada, al contrario, tuve un sarang
Porque nuestro amor aunque es ramé, también es sempiterno.
Comentarios & Opiniones
Gran placer la lectura. Saludos