La edad

poema de Dikia

La edad

La edad…
aterrador saco de ladrillos
que la espalda porta como testigo.

Moverse se vuelve arduo,
queriendo atajar caminos
que ya no existen.

Las fuerzas se escurren por el fregadero,
antes siquiera de poner compostura en la mesa.

Los sentidos, embotados,
ya no siguen el ritmo;
y el paisaje se aleja,
lejano, perdido.

El deber todavía sostiene,
mantiene en pie un sentido,
aunque persiga siempre
a un fugitivo imposible.

El saber no basta:
la nostalgia es un vestido
que oprime el pecho.

Hay que sacudirse
el olor a pescado podrido,
bañarse en el río esperanza,
beber en la sonrisa dormida.

Sacudir el felpudo,
ahuyentar al esqueleto petrificado,
y permitir que el dragón irrumpa
con su fuego que despierta conciencias.

El gris oscurece el sol,
las hojas caen,
y el otoño marca el reposo no deseado.

Aceptar…
adaptación dura,
conveniencia amarga
en este pantano pestilente,
donde crece el pedregal
de la corriente helada del invierno.

Pero que los sueños despierten
a sus dueños,
y no olviden:
el camino prosigue,
aun cuando conduzca
al cementerio.

28/09/2025
Dikia©