ESCONDITE ETERNO

Eres un tornado,
sí, eso eres,
cuando llegas de improvisto,
nuevamente a mí.

Eres magia,
siempre que regresas,
causas asombro
y una extraña calidez.
Será tonto decir
que de vez en cuando te extraño?
Casualidad no sé,
pero lo que sí sé
es que tu presencia es sorprendente,
como un misterio exacto,
que sabe lo que necesito
sin que tú lo sepas.

A veces creo que me conoces
más de lo que yo misma me conozco,
y me causa amor,
un amor que va más allá
del tacto y la atención que me das.
Un amor que ni el tiempo te roba,
y que mi mente a veces olvida,
pero tú no,
tú no olvidas.

Eres una sensación extraña
que sé que necesito y quiero,
pero soy consciente de que no puedo,
porque está mal,
y tal vez me vuelva adicta
a tu veneno.

Me pierdo en la melodía
de tus labios cuando hablas,
en cómo conoces mis entrañas
mejor que yo misma,
y en cómo provocas terremotos
que nadie más logra generar,
con amor y deseo.

Paseo en tu mente
y, sin saber, nos encontramos
en el mismo lugar,
en la mitad de ambos.
Porque en mi mente,
eres un viajero
al que siempre espero,
sin saber cuándo regresas.

Llegaste a ser el correcto,
en la lejanía incorrecta,
en el tiempo equivocado,
pero te buscaré
caminando en el tiempo,
en ese lugar
que nos prometimos
como nuestro escondite eterno.