LA CAMPANA

En la pared del frente de la escuela
sigue colgada la vieja campana,
que tañía contenta avisando
que comenzaba, o terminaba la jornada.
Felisa, la portera, la hacía vibrar
con un repiquetear único, especial.
Ahora no suena más, en su lugar, un timbre
sobresalta con su histérico chirrido.
¡La vieja campana de mi escuela!
Aún está en su lugar de antaño,
no ha sido devorada por una fundición,
y pende silenciosa, aguardando su destino final.

Drechos de autor

Comentarios & Opiniones

ORTIZELBA

Bello poema. Un gusto leer escritos tan sublimes que resaltan la sencillez y significado de las cosas. Saludos poetisa Ana María Paz.

Critica: