"Yo te juro..."
En la vil añagaza de tus zaínos ojos,
Del hálito de vida, ¡abanderados!
Que desbrozan la mar y entre bocados,
Un tórrido destino, me aseguro.
Mas, yo te juro:
Mutaré del blanco nácar
El tórrido oscuro
Esputo de volcán, de solazado
Y, entre mis leves manos,
¡Desbrozado!, uniré mil pedazos
Que del alma cándida,
Transformó en zamuro.
¡Oh, inocencia ingenua que me asola!
¡Cuán vilipendiada, tu dueña, entre rastrojos
A la muerte tenue y sin congoja
Déjate a tu suerte! y al mejor postor
Vende tu honra y en miramientos no arrenda,
¡Ni en deshoras!, mala hierba ufana,
Que en floridos prados, verde crece.
¡Y negrura inmensa late entre sus sienes!
Y arrebolado el corazón que de sus senos
Toma el flujo añil de sus desdenes.
Y muere el ocre acerbo del enclenque,
Del que amó sin pábulo y sin miedo,
Y con miedo asoma al viento, sin tenerle.
Que de mi oda funesta al menos quede,
El refugio asolado, que yo, ¡enamorado!
Con brocados tejí en bóvedas celestes.
Mas, sé que del más horrendo averno
Retornare, y en ánima implacable
Transformado, y te hallaré ignorante
En tu collado, y mi venganza acerba
Ha de alcanzarte.
¡Vive, pues! ¡Goza!, mientras ruedes
Por este erial inmundo que es la vida,
Que no habrá dolor más grande que la herida
Que he de devolverte, ¡Dios me deje!
Comentarios & Opiniones
Exquisito, el trazo, la profundidad de la expresión, la palabra que crea.. Al baúl de mis favoritos.
"Y muere el ocre acerbo del enclenque,
Del que amó sin pábulo y sin miedo,
Y con miedo asoma al viento, sin tenerle."...
Saludos cordiales.
Una obra que se disfruta y anhela volver leer.
Para mí, es un orgullo saber que ha disfrutado de mis versos.
Muy agradecida, Gabriela.