Al final llegaste
Espléndida y radiante estrella del alba, iluminando las oscuridades de mis interminables noches solitarias; tus vistosos rayos me mostraron al fin, el tan anhelado camino a casa.
Cálida y fulminante primavera, arrasando con el dolor del crudo invierno; en mi jardín, las rosas, orquídeas y magnolias,
se abren paso entre las escarchas del hielo y el agua; el tiempo pasado quedó muy atrás; gracias a ti, florece y se renueva la esperanza.
Violento y húmedo monzón que desciende después de la agobiante sequía para colmarlo todo; tus brazos, al igual que ríos desbordantes, me rodean y abrazan juntando mis tierras quebradas; y por fin las hierbas reverdecen trayendo consigo gran gozo y algarabía.
Al final llegaste, mi tan ansiada, mi princesa, mi ángel, mi amor; caleidoscópica e indescifrable; a veces, niña dulce y amable; otras doncella pura y serena; otras amiga fiel y confidente; eres, sin duda alguna la prueba irrefutable, de que tanto el cielo como el paraíso, en verdad, existen.
A Mí Amor Mir.