Rompe-Cabezas
poema de Alfonso Saavedra

Percibo como de a poco se adentra, como ultraja lentamente mis poros.
Admiro caer la pintura roja por las ventanas, como si lluvia de sangre se tratase.
La verdad no importaban las estaciones, encerrado en el gran sofá.
Ultraviolencia y un shock, la plata y el cuero uno se hacían.
Sentí en ese último segundo de conciencia como ambos se correspondían.
No entendí hasta ese momento la existencia...
Porque no se trata de ser o no ser, se trata de la semilla, aquella que instalaba en mi mente; para que al emerger dar entendimiento de la nada.
Nada, nada, para nada.





