POEM AND RHÁPSODY
POEM AND RHÁPSODY
16 01/18/2022
La fina piel de la cáscara
I
Acuérdate que tu espíritu está cansado,
llámalo para conjugarse
y oteando desde lo alto,
vea pasar la vida
y cómo pasa, tan silenciosa,
que no te das cuenta de que viene la muerte,
aunque la percibas;
como se van los momentos agradables,
no hay mayor dolor;
y a veces nos acordamos,
que ayer o anteayer
era nuestro mejor aliado.
II
Solo observamos alrededor
ensimismados, distraídos
se fue el valor,
si dictamos sentencias,
estaremos solos,
pensando,
en lo que hemos perdido,
con qué no nos ilusionamos,
que la vida no es eterna,
que pasará, lo que tenga que pasar,
y lo que está sucediendo,
es que el futuro empieza
donde acaba el pasado
III
Lo que tenemos es el camino
que viene y que se va,
que ha de morir;
los ricos también pasan,
los marqueses, los soldados,
las madres
y todos van al mismo sitio del camino,
van al final.
Caminos embarrados, polvorientos, tortuosos,
anchos y estrechos,
todos son y van al mismo
sitio que, el pasado ve llegar.
Ricos Pobres, lisiados por el mundo,
tristes, alegres, amargados, novelistas
y el poeta vagabundo.
IV
Huyo de las alabanzas
de los pelotas, famosos resabiados
que te miran por encima del hombro,
los proxenetas;
huyo de los curanderos y sus hierbas,
de conjuros y recetas,
son quimeras.
¿A quién encomiendo mi alma?
¿A quién le pido consejo?
¿A ti fina piel mariposa?
V
No hay camino en este mundo,
ni patria, ni bandera izada,
para otro que se queda
en mitad del sendero,
pensando, cavilando profundo;
Brújula en mano que señala el destino
que debemos recorrer esta jornada
sin confundirnos
en tomar otro desvío
pues está decidido
mientras andamos hacemos caminos
como con Machado
A algunos se les hace corto,
a otros se les alarga su destino;
pero al final,
todos lo recorrimos y se hace camino al andar.
VI
No nos cansamos pues
si con espíritu lo que andamos.
como se recorre por la vida.
Es lo que pensamos,
es lo que sabemos,
es lo que con mucha paciencia nos enseñaron.
Pues que por lo que yo sé,
es para quien lo quiera,
no es una quimera pues, saber sé lo que sabe Séneca,
solamente nada de nada para regocijo del ignorante.
Ellos también nacen
y también tienen sueños
pero nunca serán cobardes.
VII
Si por mi fuera y tuviera el poder
haría que no sufrieras,
aunque yo en el intento feneciera.
¿Cómo hacer de ti un impaciente aprendiz,
para que el arraigo que tienes, la rabia contenida
el fuego interior y la inquietud curiosa floreciera?
No pierdas el tiempo
no te entretengas en el camino
que vas a dejar que el tren siga su destino
y te quedarás en las puertas.
VIII
Sé valiente con lo que tiene poco valor
y cobarde con lo que más vale,
pues lo que mas vale, hay que ver que poco cuesta.
Cuidado con las traiciones,
antes mejor murieras
pero mejor sería que el valor no lo perdieras.
Mirarte me hace joven
mientras vamos charlando por el camino,
la tarde se nos echa encima
y todo alrededor se funde en un abrazo
de sincero o sospechoso peregrino.
En los mas altos estados cae la noche.
y los mas sospechosos
duermen como lirones peregrinos.
IX
Cuéntame como de hermoso es el frescor
y el dulce placer del rocío,
levanta la cabeza y contempla su luz
del color de la frescura
cuando te acaricia en la cara,
cual es el olor del sendero en la mañana,
de la hierbabuena y el romero
de este regalo a nuestra vista.
¿como se combate la inquietud
cuando todo se torna grave?
y ¿la fuerza de la juventud,
cuando ya no puedo más?,
aquí estas tu para ayudar
en mi senectud.
X
¿Imaginas? cuanta sangre se ha derramado,
de nobles, plebeyos, reyes lacayos, bueyes,
cuanta sangre vertida
de sus caballeros y sus caballos.
Sin darnos crescencia ni importancia,
aquí estamos, sentados, donde alguna vez
estuvieron ricos y pobres.
No te desvíes con todas estas cosas,
no te salgas del camino,
pues, a la sangre de lo intrépidos,
se le fue vaciando.
XI
¿De que sirven los diamantes, el oro y el platino,
para que los hereden cuando final des a tu destino?
y, si lo dudas, mira la calavera de ese
que se desvió de su camino.
No pretendas ser más fuerte que el destino,
que solo tú te engañas.
No me pidas luego que me salga
para agarrar la mano, que de consejo no se avino;
se me revuelve el estómago
de ver como tu calavera se la comen los gusanos.
No saldré hasta que no tenga que salir,
si acaso, en esa vereda respiro.
XII
Si por un casual nos encontramos de frente,
será porque llegaste antes que yo
y no te admitieron,
pensando que no era el momento de finalizar
con tanta prontitud tu camino.
El destino no engaña y pone a las personas en su sitio,
quizá fue porque fuiste confundido y no te toca,
pues la vida es corta como un sueño,
corta como el sendero.
Por eso debes aprovechar cada momento
porque a los penares del final,
todos esperamos impacientes
para la eternidad.
XIII
Los placeres de esta vida tan dispar que tenemos,
no es otra cosa sino lo que andamos,
no nos damos cuenta del daño que hacemos,
con libertinaje, sin respeto y sin humanidad nos tratamos.
Nos da miedo caernos,
sin embargo, volvemos a tropezar,
nos levantamos y le damo riendas sueltas, otra vez,
y lo mismo si nos engañan
de nuevo volvemos a picar en el timo.
pero ¿Quién es peor?,
¿Quién tima por timar o engaña por engañar?
Nos queremos esconder
y no hay lugar.
XIV
Los marqueses, los príncipes, los políticos, los presidentes;
que vemos por los periódicos o revistas ya pasadas,
Con promesas y elogios, con penas y decires,
eran obras de sus aventuras, trastornos y avaricias.
Tal es así que fueron deprisa y llegaron tarde,
pero al final paran en el mismo sitio.
Les lloran sus secuaces, sus emperadores o sus reyes,
lo alaban y se llenan sus bocas de joyas;
pero así les viene la muerte,
deprisa,
adelantando a sus pastores de ganado, y al pueblo
al que debían haber servido.
XV
Diremos a los traidores,
que sus pecados y sus excesos no los vimos,
ni su fama, ni su poder, ni su gloria;
Diremos a los humanos
que, aunque hemos visto, oído o leído
sus historias;
nos hemos olvidado, no sabemos, no comprendemos,
que eran historias elefantinas y de chantajes pasados
y no sabremos que de ellos será o habrá sido.
Los juzgamos, los encarcelaremos
y los liberaremos,
pero lo habremos olvidado
.
XVI
¿Qué se dice del rey don Carlos de sus escarceos?
¿Solo caza para comer y ama para olvidar?
¿Y de las infantas, que ha sido?
No saben, no ven, perdieron la memoria,
¿Qué ha sido de sus esposos, qué suerte han tenido?
Algunos en galeras, otros, bueno mejor no lo digo.
Fueron inocentadas, devaneos,
fueron fresas y fresones
de la huerta,
de bor –bones abones y picoteos.
Toda una quimera.
XVII
¿Qué fue de las damas que cortejaba
de los dineros que recibieron
los perfumes, los vestidos, donde se ven ahora?
¿Qué ha sido de la igualdad sin condición,
de la libertad de hablar, decir o cantar?
¿Qué ha sido del pueblo y su educación?
XIII
Qué misterioso es el camino para los que heredan,
el sabor de boca amarga
la mochila tupida de cosas que se cambian
y, sobre la espalda, una losa pesada carga.
La memoria se escribe con lápiz
que con goma se borra.
Volverán, no las oscuras golondrinas, sino los halagos,
las fiestas, qué buenos son
y sin embargo, en tu balcón sus lujos a mostrar.
Pero ya no hay escondites para los enemigos,
te señalarán y esos,
esos no volverán.
XIX
Los regalos desmedidos,
las administraciones, ayuntamientos, diputaciones,
las consejerías, el congreso de los diputados
y los edificios reales;
repletos de hombres y mujeres, con lujosos despachos,
con dinero del pueblo
los jueces, los coches de lujo ataviados
con sillones de oro.
¿De dónde salen?
Pobres hartos de pan
que de la noche a la mañana
sus alcobas decoran con lámparas de diamantes
Qué difícil es la política,
pues los cuartos te gastas
para administrar esos dineros.
XX
Por eso te digo que no seas inocente,
ni tampoco farfullero
guarda el ganado
y no malgastes el dinero.
Luego que se haga la voluntad de quien se la tenga que hacer
que si andar camino largo he de merecer,
no será por deshonra ni por dinero.
Recuerda que eres igual que yo de mortal
pues se nos mete la muerte a los dos en la fragua;
entonces diremos, gritaremos, pediremos o exigiremos
que en el juicio final, si todo va mal,
le echaremos agua si hace falta
cuando más arda el fuego.
XXI
Aquel hombre que yo conocí,
tan callado, tan dócil, tan privado
que si no lo ves, no sabes que está ahí;
en un demonio se ha convertido
la maldad le ha podrido
y lo he visto degollado;
Mas no te asustes pues me lo he inventado.
No acumules infinitos tesoros
ni de tierras terrateniente y sin diente,
pues de nada te sirve al final del camino,
deshazte de lo que no te sirve y lo banal,
ya que habiendo llegado al final
de nada te sirve, amigo.
XXII
Y los demás autoproclamados marqueses o reyes,
a costa de la farándula, la mentira y el seudo teatro,
se proclaman Dioses del Olimpo,
los que han impuesto sus leyes
han juzgado, condenado y encarcelado
¿Qué será de ellos,
terminaran pronto sus peregrinos?,
¿acaso no mamaron de la teta de su madre?
Las dejaron atrás por el camino,
no esperaron
y antes llegaron.
XXIII
Que si marqueses, duques maravillosos
condes
varones, varonesas y varoneses.
Qué prisa se dieron que, incluso alguno, tomó un atajo.
Mejor ser de abajo y llegar el último,
disfrutar del campo, de las flores, de los árboles,
no entiendo por qué renuncian esos milagros.
Pero he de decir que el poco tiempo que están a mi lado,
me gusta oír sus hazañas
en no sé que guerras que han participado.
¿Qué guerras y que ocho cuartos?
que nunca mejor dicho esos cuartos
se gastan para aparentarlo.
XXIV
Si has sido honesto, no has de tener miedo
de esas hordas de blasones y estandartes,
con sus banderas ondulando al viento.
Presumen de grandes mansiones,
inexpugnables,
con grandes muros y amplios salones,
con balconadas donde brindan con cava.
Pues que les aprovechen y eructen saciados,
y que conserven la mirada,
pues en un descuido se descuidan las barrigas.
No tengas miedo mi honesto compañero de camino,
que como le clavaron la flecha a Aquiles,
en su punto débil serán vapuleados.
No se dan cuenta que llegamos al mismo sitio.
XXV
Guárdate del frio con un buen abrigo,
que en este camino vienen tormentas
de vez en cuando.
Entonces suplicarán un cobijo,
y, ¿de sus mansiones con grandes salones que ha sido?
Por sus hechos lo sabremos
por sus palabras los conoceremos;
eso sí, escucha siempre ante de hablar,
porque el que escucha tiene el conocimiento
tiene el poder.
La información mata más que las armas,
aunque cañones tronasen,
banderas blandiesen
y espadas afilasen.
XXVI
Ya sabes: acuérdate que tu espíritu está cansado,
llámalo para conjugarse
y oteando desde lo alto,
vea pasar la vida.
haz que tus amigos, sean amigos,
que para criado y siervo
de tal calaña no has nacido.
Qué razón tiene el tiempo, que siempre acaba diciendo
la verdad.
Que razón tiene el llanto de un niño,
que de igual guisa y sin maldad.
dice con cariño la verdad.
Qué razón tenía el sendero,
que al final das la vuelta y renuevas el inicio,
como si nunca lo hubieras recorrido.
XXVII
En verdad te digo que, en ventura, Cayo Publio
Cornelio Tácito del que no sabemos desde el cursus honorum.
que se esposó con la hija del cónsul y gobernador de Britania,
No ha habido plebeyos ni prebendas por falta de cuórum.
Así de ridículos quedan los paisanos de grandeza,
más les valiera que, como avestruces,
enterraran la cabeza.
¿Habrán conocido estas batallas,
estos ricos hartos de pan.
XXVIII
Acuérdate que, en clemencia, somos iguales
ante la tumba,
también, comen, beben, mean
y cagan como todos,
valga quien me tenga que valer,
porque a estas alturas, fiel en las creencias,
pocos son sinceros,
puñetazos en el pecho:
por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa;
pues el culpable, que pague la aquiescencia a Baco
ya que los indisciplinados,
con disciplina han de pagar.
XXIX
En habiendo llegado al final del camino
hemos de dejar todo lo que acumulamos
pues se nos hace pesado
ir cargados a nuestro destino.
¿Para qué tanta fortaleza, tanto castillo,
tantos títulos nobiliarios
tanto dinero y tantos lacayos?
llegarás al mismo destino
morirás como todos
de cualquier modo,
aunque el entierro sea con pomposo tronío,
eres igual que los demás,
que del polvo naces
y en polvo te has convertido.
XXX
Es mejor ser honrado que honrar
sin ser merecido,
la honra se gana con el tiempo y lo hiciste
con tus actos.
Porque su honra y estatus
con el que ha llegado,
¿Cómo la ha conseguido,
si dejaste en el desamparo a tus hermanos,
a tus amigos, a tus criados,
al capricho del destino?
Después de todo te has hecho famoso
de cualquier manera.
hicieras lo que hicieras
te alababan, te bendecían y te adoraban
por los dineros que,
a saber, de qué guisa los has sacado.
XXXI
Viejas, vetustas leyendas inacabadas
habladurías que cosechó
desde que eras joven,
hasta ahora que te has hecho mayor.
Por escribir tu historia te han conocido
aunque en papel no la escribiste,
¿de qué otro modo ha sido?
yo por experiencia lo se bien, amigo,
pues todo lo que hemos logrado,
todo lo que hemos vivido,
ahora, de viejos somos reconocidos.
Hubo muchos que vivieron a toda prisa,
corriendo han hecho el camino,
y habiendo al final llegado,
¿de qué les ha servido?
No han aprovechado el tiempo,
no contemplaron cantando al mirlo,
no han tenido alegrías,
porque ¿qué tiempo les ha dado?
XXXII
Pero son historias muy antiguas las de siempre,
las que has labrado
y, ahora toca recoger la cosecha,
mas pon las tierras en barbecho,
pues las prisas no son buenas, ya lo sabes.
Sigue asfaltando tu vereda, ahora que ya se agota
volverás a recoger el fruto de tu trabajo,
aunque de otra manera.
Ya has adquirido la sabiduría necesaria y habilidad,
dentro de lo que tu edad,
no pone en riesgo ni tu cuerpo
ni tu dignidad
XXXIII
Ya habrá tiempo para descansar, pues el final del camino
se acerca.
Habiendo trabajado toda la vida
hasta tu senectud y arriesgado innecesariamente
esa etapa de tu vida,
la juventud.
Ha de hacerte fanfarrias charangas y monigotes,
de rey te ponemos la corona
y llenarte de mariscos y pescados tus bigotes.
Que habiendo habido tanta desventura,
ya va siendo hora temprana
en la que tu espíritu está cansado,
llámalo para conjugarse
y oteando desde lo alto,
vea pasar la vida
y cómo pasa, tan silenciosa,
que no te das cuenta de que viene la muerte,
Ese es el ansiado horizonte,
de tu suerte
XXIV
En eso dirá todo el mundo ¡ha sido bueno!,
porque engaño no ha habido en su vida
ni deseoso de halagos,
ni envidias sin límites,
su esfuerzo acepta bien merecido, que nadie diga
que no te tomaste el asunto con sorna
pues de tu zapato hubieras encontrado
tu horma.
XXXV
¿Qué te esperas encontrar al final del camino?
ya te advierto que en nada sueñes
no vaya a ser que el andado sea vano,
o, ¿acaso crees que al final del tortuoso camino,
hay otro más largo?
No hay nada de nada, ni cielo, ni purgatorio,
no hay infierno ni reencarnación ni un comino.
No entiendes la eternidad del alma,
uno no ve cuando se acaba,
ese final es la memoria, sí amigo.
Que sepas que la conciencia es la voz de tu alma,
es el espejo de lo que has sido,
si hiciste bien
vete con calma.
XXXVI
Que la vida es eterna no tengo duda,
pero no la vida que conoces
pues, viniste del polvo y en polvo te habrás convertido.
Si no huiste de humores montunos
ni de las miserias mundanales
y tragaste faena penosa.
Mucho puño en el pecho
el viseo de la vieja que ora,
entonando el mea culpa con lloros y florituras,
esas son las peores pues hombre discreto
hace del silencio su mejor arma
luego en secreto
daña.
XXXVII
Ve tranquilo y con mucha calma
sangra la llaga y vacía el veneno.
En esa mañana rota de silencio
que alzas con tu puño al viento.
Haz del dolor tu aliado
piensa en el viento que viene y se va,
se rompe de lado a lado.
Lo para la montaña y lo desvía evitando destrozo
salpicado del salitre del mar,
tanta sangre derramada con vientos paganos
y llegando al final del camino
tengas a bien recibir galardón
XXXVIII
No pierdas el tiempo en esta vida mezquina
de manera que sea lo que digas,
que tu valor conforme a lo que hagas,
haz que te oigan todos.
Ya queda poco camino con este charlatán,
vete preparando que quizá
vamos los dos.
No tengas miedo ni dudes en seguir
hasta el final del camino,
que nos echaremos unas risas
con unas copas de vino.
De esta guisa, conseguirás tu voluntad placentera
no quieras dar marcha atrás del camino,
pues es voluntad de lo divino.
XXXIX
Tu que nuestra amistad por bondad has consentido,
ve preparándote ya que no queda nada
y desde aquí veo ya la puerta.
Te doy las gracias por acompañarme,
por ser mortal y darte igual.
Grandes tormentos sufriste en tu persona
algunos merecidos
y otros dados con esmero.
Vamos que ya hemos llegado,
quiero que sepas, que te estoy agradecido
y engrandecido tu corazón,
no se me ocurre otro final
que, cuando hubimos amanecido
¿Recuerdas?:
No hay camino en este mundo,
ni patria, ni bandera izada,
para otro que se queda
en mitad del sendero,
pensando, cavilando profundo,
muy profundo.
XL
Así ha sido la vida de este viajero
a los que he visto desde mi ventana
como mero pasajero.
Adiós mis queridos
ya cruzaron la puerta tranquilos,
pues el que la dio se la quitó.
Quizás, no ha de tardar,
nos crucemos en otro camino
FIN
POEM AND RHÁPSODY
La fina pies de ls cáscara
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CEDRO
Comentarios & Opiniones
De todo; me llevo que la vida es efímera, es inútil tratar de torcer el destino, iremos donde sea que nos ha sido dictaminado, andamos por los caminos que ya otros recorrieron y al final nadie queda para hacer el cuento ni para decirnos que hay
detrás de este corto tiempo que estamos en este mundo; ni siquiera hay que pensarlo, sólo vivirlo, amando y con valores humanos, lo demás...ya veremos, linda noche ,un placer la visita Alfonso.
Bueno, no sé cómo ha tenido la santa paciencia de tragarse 50 estrofas, no me leo ni yo. Es broma, le agradezco tanto su visita como su comentario y lo hago desde el corazón. Un saludo.
Un poco largo si jajaja, pero con arte y talento y la lectura me fue robando, abrazos.
Gracias, nos seguimos leyendo.
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