DES - orden -

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Mira el desorden que se acumuló
mira el pecho lleno de abejas muertas y pálidas
mira la miel sobre el corazón,
mira el orden inservible, ahora, de tu mano sobre la mía,
mira el desorden lentísimo de mi alma
mira la impaciencia de esperarte tras el aguacero,
en el sur,
mira el desorden y el caos de mi pupila y tu mano
y sobreviví, sobrevivimos.

Mira el desorden de las hojas húmedas
y las huellas de los barcos sin mar y sin playas;
mira el desorden que va y viene en cada parpadeo.
Mira el lumbral y el alma, las almas, ¡las almas!

y sobreviví, y sobrevivimos.

Mira la nada y el espacio en la nada,
mira la semilla estéril y el canto de ave al hundirse el sol,
mira que desgracia nos persigue
y que llanto se ha dado en paralizar todo el cuerpo

y sobreviví y sobrevivimos.

Mira el orden digestivo de mirarnos y el caos
de tu alma al encontrase con la mía y sobrevivir.
¡sobrevivir!

mira lo desordenados que somos y que actuamos,
allá atrás, en balde, donde nada estalla
se deja caer el cadáver desordenado de nuestra relación
y así entonces,
se vive en secreto y se lucha un instante.

y sobreviví y sobrevivimos.

Y así de débiles se va poblando el mundo
que no sabe defenderse de la caída del muro
y así la ciudad sabe de sus muertos
y de sus bosques perfumados, y, nosotros con cierta pereza
nos va poblando la lluvia que cae en pleno ojo
y nos encierra en un torno fluvial de tristeza

y asì sobreviví y asì sobrevivimos.

Ya más adelante toda mi tristeza te cubrirá
como un tonto instrumento
y sobrevivirás

y más allá, al otro lado del dolor, sobre la isla
de cal, alguien vendrá
y sobreviviré.