Antiguo fósil

...
Y cuando me rinda
me gustaría caer de costado
lastimándome la única costilla que llevaba
tu nombre, caer
en tu follaje fascinado y único:
ser un albatro fulminado en el puente del alba:
enamorado y perdido de ti
por favor
ponme de lado – el lado del sol - y acurrúcame
lleva mi sed
por las piedras astutas que rozan el agua marina:
como si no quisiera desprenderme
de mi moneda
o de mi tesoro invertido, como
si aún tuviera un relámpago de hojas.

Y cuando me rinda
ante tu polen sagrado
sacude el telón marino y los dientes salados:
las corinas de océano
el deshielo de la mosca
y el sueño mojado de la música de hielo.

Ponme del lado
incesante de las olas
donde empieza la potestad para no podrirme
donde la mediación de los gusanos
me cierre los párpados
y que tu suerte
vaya hasta abajo, conmigo
que descienda por tu espalda
mi sombra de tulipán viejo e irritado.

Concédeme el último polen
de la abeja de hielo
y que esa gemela sombra vaya de ultimátum
por una planada de ceja.

Tú que seduces al viento
deja que mi belleza te trepe como en un estante
de alta corriente
y que mi mano
aumente la hermosura del mundo
y que este radiante poema
me de la antigua ferocidad de la boca besando.