Amor confesado.

Una mañana de clases estudiando en el colegio estaba,
buscando solución al ejercicio no me podía concentrar.
De mirada tierna y labios rojos como manzana
la profesora me decía que me tenía que apurar.

Que tocaran la campana para el receso quería
cualquier duda a ella le quería preguntar
Tener su atención y por un momento sentirla mía
Era el pretexto perfecto para verla contonear.

Era algo más que atracción, un amor de niño
Algo que la maestra no pudiera notar
Decirle presente y en mi mente un: "no la olvido"
Era ya muy tarde, al mirarla no dejaba de suspirar.

Que es lo que tanto escribes, dijo la profesora
Que hago con mi carta, no puedo aquí dejarla
Sonrojado de mis actos, del chico que la adora
Sólo me quedé mirando, con deseos de besarla.