Tacto por tacto, coral tus labios, en beso de oro…

Tacto por tacto, coral tus labios,
en beso de oro…

En el suave coral, cual labio al beso,
duplica su fortuna, cual claveles,
rojos labios de amor, me has hecho preso
y en discordia de amar, fueron laureles…
Tus ojos encienden de todo brillo,
se va de madrugada todo el claro
que tu boca anegada, lebroncillo,
pierde, entre matas, luz de su entreclaro…

Todo el tacto, tu mano de mi espejo,
es otra mano hambrienta de tu claro;
y la luz predilecta, mi reflejo:
en tu sombra de noches, que reparo…
Todo el alba, concibe tu silencio,
la búsqueda a mi Sol, de toda estrella,
bebiendo fantasías en tus fuegos,
Alondras de tus claros, Mujer bella…

Rosas frescas del Alba, frescas horas,
ansían tu fragancia destellando,
la mañana, besándote y besando
quimeras de tu flor que me demoras…
Eres de la flor, todo su perfume,
que besa cual un beso libre y pulcro
otra brisa de azul, y tan nocturna,
que tus labios de Oro, ámbar besan…

Delirio de tu miel, jazmines alan,
do el Verano acucia si sus vergeles
cual el rostro de amor, en que pronuncian,
desvelo de morir, por flores fieles…
Toda sombra se anuncia en tu latido,
cual noches que pluguieran de mi orfebre,
desvelo por atar tan loca fiebre,
en estrellas de cobre, y oro nítido…

Beso el labio que tus labios persuaden,
la palabra de Sol que amor arbitra,
mi recelo en amar tu amor que arde,
temperatura, bien, que suministra…
De la frescura, árbol que reside,
todo lebrel de amor, y la esperanza:
latido de amistad, en que te pide,
a mi desierto, no, Tus ojos, chanza…

Todo el amor que tocan mis pupilas,
enciende tu racimo, y me adocilas…