Canción para Abril...
Canción para Abril…
Enamorado de ti
Rosas en tu cuerpo, jazmines en tus senos,
alturas en el alba, suspiros me han deshecho
sombras en tus senos, palabras en tu pecho,
desnudos los silencios, calmas mis anhelos:
Irisan en tus brazos, los elevados muslos,
el mar, el mar asiste a tu Odisea, amada,
desvela mi ebria pasión, desnuda,
como Arte en tu pecho, sentirlos…
Brisas en tu cuerpo, llaman tus fragancias,
y entonan de mi cuerpo, las distancias
que tu rostro evoca en el arpegio de mi pluma,
arte, que sin boga, elogia tu mesura
distante de la voz y la clausura,
donde vuelas desnuda y en el cielo,
para cantar los abismos de mi anhelo…
Prisión que me corona en el bautismo,
de tu boca, con vos, conmigo mismo…
Son rocas en el arte, el arte puro,
coloquios de mi sombra, viento impuro
que la niebla de tus ojos, en espanto
trae atareada la consigna, el desempeño,
el arte, sino rosa, doblegando tu crepúsculo
anidando en el Sueño de tus harpas,
entintando pasajeros los lirismos,
que demandan de tu pluma, mis cautivos
y somos dos, los alados, llantos vivos…
Busca el tropel de la guarida de tu cuna,
la misma tea de pasión, que ya sumerge
de todo el arte de tus senos donde el claro
arropa la virtud, tu piel endrina,
y aloca de tu pie, tu faz marina…
Busco en tu cuerpo cinco Ángeles de bruma,
y en cinco sombras, las alas me someten,
busco entre las sepias normas tu mente izada,
y en cinco bocas de amor, tu boca presa:
Son alas en tus fuegos que ensombrecen
de mi Palio, el rostro que afirma tu belleza:
tu boca, la unión de nieve en tu turquesa,
y alela la cautiva hermosura, tu placidez serena,
donde el arte de tu bosque, penaliza,
y Canta, y desnuda llama prisa,
la sombra que en el arte no regresa
a confiar mis pupilas en la tiza…
Todo el arte de mis manos en tu alma,
encienden rosas bravías en que calman,
la ciega búsqueda de tus ojos en el mar:
y tu popa, enciende cantos de tu voz
que no mesura mi aliento en subsanar,
y tu risa vuela, igual que estima el mar,
el silencio, la ola en tus encantos, bienestar
de la roca, te recibo, en la marea de mi Salmo,
y buscan frenéticos mis labios el altar…
Navego en este océano que cambia, la bruma
las murallas de navíos que doblegan
ya los Cielos, en las bocas de las nubes!
En el arte que tu risa escude, y traza
de perfectas, tus Mazmorras azaleas…
Y encoge, de mi asomo, el buril de mi talado,
el efebo canto, canto que la noche, ciega
en otro opaco buque, que la sombra entrega
a destituir las estelas de la nieve,
y comanda tu cuerpo, que el buril anegue,
y la sombra, con estrellas, no palio elucubra:
las estrellas en las artes de la noche
te encienden de rosas, y coronan…
A ser tacto en tu rosa mi canción,
álvea pena, dulzura en tu Pasión!