EL SALTO DE LA VICTIMA - (11 DE SEP)

Estoy en el borde del precipicio,
Con el día soleado y lleno de esplendor,
Desde aquí el paisaje es tan fascinante,
Que ridiculizaría a cualquier pintor,
Nunca imagine que el demonio entraría por la ventana,
Nunca imaginé que el demonio se vestía de metal,
Nunca imaginé que su lengua escupiría fuego,
Jamás pensé que se embriagaría con las lágrimas de miedo,
Los segundos se me hacen horas,
Quisiera que el tiempo se detuviera,
Pero la nube negra no me permite soñar,
Escucho el canto de las paredes crujir,
Que fatiga mis pensamientos,
Ya no hay tiempo de pensar cuando era niña,
Ya no hay tiempo de pensar cuando te soñé,
Ya no hay tiempo de pensar en mis hijos,
Ya no hay tiempo de pensar de como llegue aquí,
Solo me queda decidir,
Si debo entregarme con pasión al fuego inclemente,
O tal vez abrazar el viento y dejarme llevar por él,
Ya no hay tiempo,
Ya no hay tiempo,
El calor está tostando mi piel y decidí,
Lanzarme al precipicio con la mirada al cielo,
Como la magia del mago desaparecieron mis esperanzas,
Respiro profundo,
Abro mis brazos y me dejo caer,
En picada escucho el estruendo que provoca mi cuerpo con el viento,
Y juiciosamente pienso,
Soy una víctima,
Una víctima que fue lanzada a la jaula del depredador,
Víctima de la codicia,
Víctima de la religión,
Víctima del pasado,
Víctima de mi bandera,
Y pensar que tan solo soy pueblo,
¿al tirano quien lo condenó?,
Se acabo mi tiempo,
Adiós…