Para Xio por vez enésima.

Gracias Xio por tu suerte
de emblema de caracoles,
y tu manojo de flores
que me espantan de la muerte.

Gracias a vos en la distancia,
que es cercanía de hermana mía,
por asomarte a esta poesía
que me susurra la necromancia.

Tu corazón bosque de encanto,
que recibe mi quebranto
de nostalgias y abedules
y sonatinas azules.

Ah... mi estrella peregrina,
eres mi lumbre argentina,
en la memoria imperiosa,
del fulgor eres la rosa.