Para mi gitana Estefanía.

poema de Erasmo

Busqué el mar,
y hallé tu nombre,
mi gitana,
y en el medio de los astros
vi tu rostro de beldad,
y tu hermosura hacia las costas
de las eternidades.

Con mis caracolas y mis poemas,
pudimos hallarte en la bruma,
y tú ibas y venías
como la brisa durmiente,
como el sol en su extensión
de flores y rubíes.

Ay,
cuando te vimos,
mi espíritu y mi sueño,
¡supimos tu candor!
¡tu estrella en siete puntas!

Así nos sorprendimos
en la cosmogonía de tus pupilas,
la Ítaca dorada a donde iba.

Porque el febril desvelo
se hace hacia tus manos,
¡oh bastión del ámbar!
¡oh canto sagrado!

Desde tu perfil
vuelan las mariposas,
y en tu boca crece
un abedul constante
de ramas amigables y armoniosas.