Para Marysol Segovia.

Ay, Marisol Segovia,
¡siempre estás como de novia!

Y en tu risa se delata
un existir confundido
con el goce repetido,
y a la pena tú destratas.

Ay, querida Marisol,
¿será que estás en la misma
broma que es ese prisma
que del mundo ve un crisol?

¿Y lo demás qué nos importa?
niña de flores y lunas,
tu sapiencia es la fortuna
y lo tuyo es una torta
de cumpleaños y ternuras.