Para Estefanía.

Un fervor vino a verme hoy,
y tenía tu cuerpo.

Un fervor vino a verme hoy,
con tu belleza.

¿Hay en tu sendero
de amor algo que sueñe
una tarde cualquiera?

Pero el clamor tiene tu nombre,
y eso es todo.

Pero el clamor tiene tu nombre,
y eso es todo.

Pétalo suave de un dulzor
que me hiere.