Madrugada de domingo
poema de Erasmo
Ahora se va la el día,
con su amarillo andar,
hacia la eternidad,
o hacia la nada.
El rostro ya cansado
quisiera dormitar,
u olvidarse de todo.
Nada es tan inhóspito
como este silencio,
arrebatado por el estupor,
a través de la red
de nuevos famosos.
Pues la tiniebla llega,
desde siempre,
desde siempre.
Y la obscura farsa,
es la misma.
Comentarios & Opiniones
Malo el tiempo que nos roba el insomnio...nada es tan inhóspito como este silencio... eternas las noches, un abrazo estimado amigo, feliz tarde por Argentina Erasmo.
Gracias Xio. Un abrazo que llegue hasta vos.