Danza colectiva.

A nosotros
nos viene en falta,
una danza colectiva,
que religue nuestros cuerpos,
y nuestros espíritus dispersos.

Yo seré el más rigido,
otros llevarán su propio ritmo,
y todos seremos aceptados,
con manos en manos,
apretadas y seguras.

Porque en este baile,
seremos los únicos,
y seremos todos,
en círculos bastos y profanos.

En rondas que cierren
toda cerrazón,
circular encuentro
de lo recuperado.

Así llegaremos a la medianoche,
o desde ella misma partiremos.

¿Nos importa?