Ximena Ciordia

Nunca podré olvidar a mi compañera,
Innata guía por el sendero de la discordia.
Nunca sabré explicar que me atañera,
Y más sabiendo de la tal Ximena Ciordia.

Era una chica excepcional, muy popular,
Nunca como aquellas morras hipócritas,
Que quizá no llegase a ser deleite ocular,
Mas siempre coqueta no la vi óhmica.

Tenía un nombre con muchos secretos,
Los universales de ella ya eran públicos;
No obstante, venció los impedimentos,
Mas estos nunca más fueron púdicos.

Su poesía fue leída antes de lo esperado,
Uno creería que veía por sus semejantes;
Sin embargo, me contaba muy por privado,
Suponía y maldecía a esas obscenidades.

Y se disfrutó a sí misma cuanto quisiese,
Superó y ya nunca peló lo que se leyese.
Jamás podré olvidar o decir esta historia,
Y más pudiendo recordar a Jimena Siordia.

Era una chica espectacular, muy neutral,
Jamás como aquellas morras aguadas,
Que quizá su seriedad limitara lo verbal,
Mas siempre contenta la hallaba letrada.

Tenía a un hombre con muchos conceptos,
Los lindos le eran ya efectos de sonido;
No obstante, escribieron juntos un terceto,
Mas esto jamás me fue algo concebido.

Su poesía fue escrita previo a lo anticipado,
Y su vida publicada un día como cualquiera;
Sin embargo, recuerdo haberla escuchado,
Repetía y bendecía lo afortunada que era.

Y se casó contentísima detrás de feligreses,
Superó pese a que lo crítica se le volviese.
En la vida se manejó algo con tal concordia,
Y gran ejemplo me dejó la Gimena Sorda.

Era una chica, aunque no como las demás,
En conflicto con su identidad, su deber ser,
Que quizás a esta no le seguían el compás,
Mas en la vida veo que la podrán entender.

Me da una lástima cuanto gime y no se oye,
Cuanto grita y veo que murmullan su daño;
No obstante, aprendió para que no se rehoye,
Y se ahonda en la poesía dentro de un baño.

Nos sentamos en escalones de ratito,
Se recuesta en mi regazo con intenciones.
“Acaríciame”, dice, “como a un gatito”,
Sin embargo, los rezagos son más ilusiones.

Y me agradó por un momento lo que hiciese,
Su pero no existió y el mío debió entrometerse.
Nunca, en la vida de los jamases, se menciona
La gran esencia de mi amiga Chimène Siona.

Es una chica cuyo nombre, si se intenciona,
Espabila a cada hombre, no se dimensiona
Por cuanto quien no lo nota, no lo razona,
Que, en cuanto a su poesía, toda se sesiona.

Le doy una lástima cuando hablo y no escribo,
Cuando veo y no comunico por mi disforia.
No obstante, según ella, si yo ya no me recibo,
Es a razón de juntarme con Ximena Ciordia.

Y me preguntó que por qué anduve con ella,
Súper obvio le respondo “por ser mi amiga”.
Sin embargo, Chimène no ve los teoremas,
Empero por pena me hace una mueca de sonrisa.

Y mirando a su alrededor, por si me doliese,
Me confiesa su preocupación que estremece,
Una pregunta que aún hoy me prende,
Pues dice “¿por qué no me sorprende?”.

Comentarios & Opiniones

AlMA POETA

la diversidad de pensamientos es interesante, mientras unos se quedan otros toman la delantera. pero cada quien interactúa desde su capullo y su realidad.
me gusta tu relato, gracias por compartir.

Critica: 
Artífice de Sueños MARS rh

Buen trabajo con esos enlaces de personajes muy relacionados en su base nominal. Y así ocurre en la vida andando por el mundo y te hallas con alguien estrechamente y te fijas en su nombre, quizás versión de otra en íntima conexión en red.
Saludos.

Critica: 
Novelista Rosa

AlMA POETA, tienes razón. Somos resultado de nuestro entorno y aprovechamos lo que tenemos disponible. Gracias por su comentario. Saludos.

Critica: 
Novelista Rosa

Artífice de Sueños MARS rh, la belleza de los nombres es que también encontramos poesía en ellos. Agradezco su visita. Saludos y hasta pronta obra.

Critica: 
Artífice de Sueños MARS

Aquí otro voto, porque tu obra merece antes que promocionar al que no escribe.
La literatura noes cosa de simple juego.
Cordial saludo.
Y hasta pronto.

Critica: 
Artífice de Sueños MARS

La buena literatura no es cosa de hacer aparecer espíritus del tongo negro en vez de conejos.
Cordial saludo y hasta pronto.

Critica: