Necropsia
Tras el último diálogo, el último respiro.
La última cena, la primera hipoxia.
El último catálogo, el último alarido.
La última faena, la única necropsia.
Soy detective novato en la escena,
De camisa sin planchar y sin cigarro.
Voy proclive e innato con la pena
De aprisa analizar el asesinato.
Gis blanco e inmaculado en el suelo
Raspado y desgastado sin razón.
Vi estanco y delimitado el reflejo
Aspado y despernado sin dicción.
Contusiones múltiples en el cráneo,
Apuñalamientos en el corazón,
Confusiones fútiles pa’ forense foráneo,
Aplazamiento de la resolución.
“Otro caso de estos”, dice el policía.
“Son tiempos violentos”, el testigo.
“¿Quién fue capaz de hacerlo?”, mi amiga.
Y lo que pregunta es cierto, es canijo.
Uno que atraviesa el tejido magullado,
Sella las venas abiertas de los brazos,
Empieza a haber quejido del olfato,
Y contempla hasta dónde van los trazos.
Para nuestra sorpresa, todo está intacto,
Lo de fuera era lo que nos preocupaba;
Pero una vez dentro, yo me percato
Que pareciera que la muerte falsificaba.
¿Cómo es esto posible? Nadie lo sabe.
¿Siquiera es posible? Ahí está el cadáver.
¿Es bueno u horrible? Diría lamentable.
¿Es malo o creíble? El criterio es variable.
Pero esto no puede ser así, no, no, no.
Tiene que haber al menos justificación.
Miro su cara desfigurada, sin dirección,
Y me conmueve hallar otrosí, oh, dolor.
Me pongo de rodillas desesperado,
Mi saco me lo he quitado y arrojado,
Pues lo que se avecina es negra mano,
Un baño ensangrentado y despechado.
Escarbo entre los órganos y líquidos.
Mis compañeros saben lo que ocurrió:
He perdido el juicio sano y anímico,
Pero he de saber cómo es que murió.
Igual que Cupido en San Valentín,
Sonrío con gratitud tras haber flechado.
Igual que quejido que no halla fin,
Sonrío sin beatitud al haber mirado.
Estático me quedo, como vacío sentía.
Me quedo viendo, como lago en armonía.
Me veo perplejo, como lámpara de día.
Y cual espejo, vacilo por badomía.
Tiene escrita en el corazón una carta,
La tinta azul envenenó lo que circula.
Y cortado el papel cita lo que infarta,
La frase: “sí, mi amor, siempre tuya”.
Comentarios & Opiniones
Buen trabajo de la línea policiaca. Qué cosas se pueden ver en este mundo, ¿no? Detrás de la máscara de amor qué puede esconderse en estos tiempos, más cuando se trata de l desamor, dinero y venganza. Interesante obra para la vitrina.
Cordial saludo
Buena obra y sin dudas, hay quienes mueren por amor; se quitan la vida! Así este mundo , el desamor trae consigo serios problemas para quienes no lo asimilan, un placer, saludos cordiales.
Muy buena obra, saludos.
Artífice de Sueños MARS rh, aunque no fue planeado ausentarme de Poematrix, fue un lindo toque volver con este caso policial, el misterio de cómo el amor mueve, incluso, a la gente más inmutable. Saludos cordiales.
Xio, agradezco su visita. Es cierto, el desamor debe ser manejado con sabiduría o nos puede consumir por dentro. Saludos cordiales.
IARA MARÍA VILLEGAS, gracias por apoyar mi obra. ¡Saludos cordiales!