Pienso

Pienso la vida, pienso en el aquí y ahora pero a la vez no pienso tanto como quisiera, tal vez porque el trajinar diario no me deja o porque el pensar no me alcanza.

Pienso por ahora, en el ayer de mis días y trato de ver el resultado a través del tiempo, trato de hilvanar la existencia previa con el presente de estos días y ver el resultado de ello.

Pienso en la trascendencia de lo pequeño, en la simpleza de lo importante y cada vez que lo entiendo comienzo a sentir el camino recorrido, la sutileza de la faena.

Pienso y cada que lo hago me encuentro, porque cada que lo hago transito, porque así como lo dictó Descartes, es la forma de sentir que existo.

Pienso y quizás alguna vez lo medito, no importa cuanto lo haga, siempre comienzo de nuevo, un pensamiento le da sentido al anterior o simplemente lo fagocita para nutrir uno nuevo.

Pienso en el devenir de lo que transcurre o en el sentir de lo que discurre, a veces no fluye lo que pienso y otras veces circula libre como el viento, haciendo eco en el mudo silencio.

Pienso, pienso pero ¿qué siento? Siento, siento pero ¿en qué pienso? Parece que ambas acciones son un mismo verbo, o bien, lo que le da sentido a un cuerpo.

Pienso y sin importar lo que haga no para, sin importar lo que sienta lo intento, y así cada vez que escudriño algo en la mente, ésta se detiene y pienso de nuevo.