¿cambio?

poema de A.

Como empezar sin usar una entradilla,
como volar sin alzar los pies del suelo,
como comparar sin usar metáforas.

Mirando a una pantalla,
con sueño y sin poder dormir,
por tener ganas de vivir
o de revivir.
En un mundo donde todo es nada,
los pequeños pájaros vuelan separados
sin saber que juntos serían invencibles.

Cambio,
cambio,
necesitamos un cambio
pero nada cambia,
porque los que tienen que cambiar no quieren
y los que pueden hacer que cambien no lo hacen.

Puedo estar hablando de cualquier cosa
que te venga a la mente,
igual piensas en mariposas o en cárceles,
en quinceañeras o en la fiesta de ayer,
en idiotas al mando o políticos,
que para el caso, es lo mismo.

Mariposas,
claro ejemplo de cambio,
de arrastrarse a volar,
nadie mira la belleza de la oruga
hasta que no sale del capullo,
y vosotros ahí sin saber
que se vive feliz siendo oruga,
capullos.

Si nada tiene sentido,
déjame tenerte,
seré tu nada y tú el sentido,
y viceversa.
Tenerte es tenerme,
de pie,
aunque si me caigo,
me recogeré.

Algún día alguien entenderá
que no escribo sin sentido,
que el sentido me escribe a mi,
y menudo poeta es,
de esos que ya no se leen.

Si es que menudos capullos
debemos parecer desde la vista de una oruga,
pequeños pájaros perdidos sin sentido,
llenando todo de metáforas
que ya no se tienen
ni se tendrán.