Eres la mujer mas increíble que he conocido,
y no te das cuenta, tu misma, de tu grandeza.
He visto en ti el equilibrio perfecto entre
sensualida y nobleza que creía perdida en nuestra raza.
El infinito caliz de la creación que surge cuando
tus manos se mueven y tus labios hablan.
He visto los espacios estremecere conmigo
cuando tu voz queda flotando en el aire
y deja toda esa aura de melancolía y erotismo.
De palabras que tubieron la osadía de ser pronunciadas por ti...

Ceguera sin fin frente a la ciudad
el monte que limita la mirada
De los escolares, transehuntes, ella
baja su mirada ,viaja a su morada

Mañana examen de historia
La siguiente semana exposición
Ya va ser diciembre ,al fin
Terminara nuestra prisión

Se sienta en su escritorio apolillado
Busca su lápiz debajo
Le arranca una hoja al cuaderno
Tajador ,borrador ,ideas y falta él

Estoy en el mar de un sueño donde no me quiero despertar,
Veo una playa con dos personas que a la luz de luna se quieren bañar.

Las aguas se vuelven mansas y la arena seca se quiere mojar.
Somos ella y yo solos, en este sueño y en ese exótico lugar.

Dice que no quiere mojar su ropa y se empieza a desnudar, camina hacia las aguas diciendo ¡vamos a nadar!

Mi sombra en la arena, acomplejada y celosa me quiere abandonar,
al ver el bello y desnudo reflejo, que de esa mujer brilla en el mar.

En el caos, habrá siempre claridad, al igual que en la claridad, el caos,
Conocemos el infierno, pretendemos temerle, "pretendemos",
Acostumbrados están los seres, a convertirse en cenizas,
Sobrevivir en la inmundicia y con la mirada ausente demostrar una sonrisa.

Solo somos actores, nacemos para serlo,
Complacemos y nos complacen,
Soñamos con volar, con ser libres, pero son solo sueños.

Me voy perdiendo entre tus cabellos
para que nadie pueda encontrarme
y voy jugando en el parque de tu mirada
aunque haya un cartel que diga: ¡Prohibido jugar!

Me escondo para que la realidad
no me encuentre, para que mis sueños
dibujen una estrella en tus labios
y la pinten con los colores de tu pecho.

Temo que la realidad me encuentre
y pueda matar mis ilusiones: decirte
cuánto me gustas aunque tu alma
no se entiende con mi corazón…