Todos los días.

La belleza de tús palabras,
El gran amor que percibía de tus besos,
me ahogaron de recuerdos.
Sean no muy lejanos o algo viejos, la cantidad no bastó mi deseo.
Las ganas de sacear mi sed de ti en este momento me dejaron vacío.
Yo, que todo el tiempo dejo la mente en blanco...
Opté por imaginarte todos los días.
Aún que yo ya sabía que así como llegarías, te irías.
Sólo para hacerme daño.