DIME...

DIME...

¿Cómo es que mi sed de ti aumenta
con los días y las horas?
los espacios se reducen poco a poco,
ya, casi te siento, el elixir de tu boca
altera mis sentidos.

Trato de escapar, huir, evadir, sí,
pero, los efectos se agudizan,
el pecho se agita, la piel se eriza
y las ganas se incrementan.

¡Estoy siendo seducida!
la pluma está aquí y me habla,
enloquece mi alma al pensarte,
y mis letras, de mi sentir se espantan,
aterrizar no quiero, sería forzado
y siento que muero, no, no lo intento.

Vivo, sí, este extraño sentimiento
es como una llama que flamea, enciende mi hoguera,
cálida voz en tiempo de espera.

¡Ah! espera de qué, de sueños rotos, de quimeras
estropeadas, apabulladas, que despedazan poco a poco
el sentir de mi alma.

Soy el eco de la montaña, soy flor del desierto,
soy espejo de la luna, un sueño dormido,
una luz que se apaga. Pienso, si te dejo entrar,
si por un momento fueras un ser real,
si tus brazos me alcancen a rozar,
si tus labios embriagasen un instante
la sensación de mi cuerpo.

¿Qué pasaría si me dejo llevar?
si dejaras de ser un archivo, una historia por contar,
si las alas del viento te dejasen en mi portal,
si la pasión se desborda y en tu regazo me puedo quedar.
¿Qué pasaría si me vuelvo a enamorar?