Un día a la vez

¡Señor!,
¿Sus proyectos de vida?

Preguntaron cierta vez a cierto hombre
de apariencia cabizbaja
y de tremenda displicencia,
aquel que solía vestirse a menudo de etiqueta,
de verdades y con toques de incoherencia,
con ese atuendo por demás original,
cubierto de los pies a la cabeza de su tonta realidad
pero suya al fin de cuentas.

Insolente y tan audaz como ninguno,
tentado en su trayecto por la vida
y por las mieles de lo absurdo,
lo imposible, lo inalcanzable…
denotando caras largas por pensar
y por siempre estar alerta ante crueles,
sugestivas y fascinantes tentaciones.

Así de simple;
con gallardía y la mirada entumecida
ante aquella interrogante con matices de desplante,
firme, pero confiado en que
por primera y única ocasión
quedaría lo suficientemente claro;
Él, les contesto:

“Señores míos;
¿Hace cuanto tiempo que dejamos de hacer
lo que por naturaleza se nos ha encomendado?
¡Vivir!
Vivan; vivan y dejen morir
lo que en sus manos no ha sido destinado,
sean los más empedernidos arriesgados,
ilusionados,
deseosos,
insaciables…
pero de ese viaje y del trayecto
que los trajo por aquí;
sean viajeros de eso que se llama vida
y que sabe a un simple parpadeo.
¿Qué caso tiene proyectar?
si lo ideal es respirar aquí y ahora
sabiendo que en cada bocanada de aire
habitan siempre los mejores planes”

“Señores míos;
¡Qué incomodo le resulta a lo reciente
mencionarle que “el hubiera”
en su estado puro de incongruencia,
arregla toda situación actual!

Por el contrario;
¡Qué agradable le resulta a lo reciente
mencionarle que “el hubiera”
en lo más leal de su existencia,
cambiará a manos llenas un futuro tan trivial!”

“Señores míos;
así de simple, los proyectos no son más que
ideales a futuro consecuencias del momento
que disfrutan vivir hoy.

¡El futuro existe,
claro que existe;
a cada instante,
movimiento, pensamiento…
pero existe ahora!

¡El hubiera existe,
de verdad que existe;
es ese bálsamo en el viaje
que cura enfermos de ansiedad
y que todo lo mejora!

¡Esto es así!;
sean turistas de este viaje
y disfruten del momento concedido,
sean futuro de su vida a cada instante,
en cada soplo de existencia…

¡Vengan proyectos, desarrollen planes,
alimenten sueños,
y resguarden siempre de eso
un puñado de elevada sensatez!

¡Vivan siempre para sí,
hagan siempre que esto valga
y que valga para siempre;
sean futuros de sus vidas, sean un día a la vez!”

Atentamente
“Don Presente”