Amarlas a las dos

Hoy,
curiosamente a diferencia de otros días,
desperté un tanto ansioso y confundido,
algo extraño y con las ganas de zafarme;
quizás estoy exagerando,
tal vez y no,
estoy expuesto ciertamente a su merced
de quien lo sepa y lo que juzguen,
inmiscuido en un dilema,
resignado a ser de eso que le llaman
solamente estar así…
“entre la espada y la pared”

Me encuentro así,
como esas veces que prefiero escabullirme,
dar la vuelta,
ser comparable inclusive con los seres invisibles,
intangibles, fantasmales,
impalpables para el mundo y sobre todo para mí,
con ese don de la evasión
y el deseo que ahora ronda por mi mente,
por jamás estar así,
ni en este instante y mucho menos por aquí.

¡Maldito embrollo!
tremendo lío en el que yo me he metido,
platicarlo le hace bien al desahogo,
estoy como quien dice
a merced de dos amores y un camino para mí.

Ambas no lo saben,
lo peor de todo es que por mí,
por mi imprudencia
y ese toque de descaro,
no hace mucho se conocen entre sí,
y todo esto causa pena;
¡Y cómo no!
me alteran ambas por igual
y lo que es mucho peor,
me gusta tanto disfrutar de mi incongruencia.

¡Ingenuas!
pobres ambas damiselas;
y yo disfruto de escurrirme entre las dos,
de amarlas,
de iluminarme para ellas;
saboreo así mi vida como una bendición,
muy consciente que ninguna es perfecta,
pero ambas en su estado de inocencia
son completa y mi total inspiración.

De mí y solo de mí
lo sé muy bien estando tan cerca de ellas,
esperan de esos besos con locura,
atestados de amor y con pasión,
de esos bien condimentados con dulzura,
que a veces suelo hacerlo tan igual para las dos.

Estoy perdido,
entre sus besos y los míos,
pues una siempre me responde con sus labios
imposibles de olvidar,
la otra siempre tiene el don exacto
de besarme con cadencia a su compás.

Curiosamente…

…con una de ellas se me ofrece libertad,
descubriendo mi real autonomía,
lo que soy, lo que pienso,
y puedo hablar de lo que sea
al lado de ella o sin ella…

…la otra siempre ha respetado esa zona
entre su espacio y lo mío,
a pesar de ser conscientes que el amor nos hace uno,
me da respiro, me complace,
ella hace que lo nuestro se equilibre,
la amo siempre por hacerme siempre libre.

¿Qué voy hacer?
a veces siento que me caigo a pedazos,
me quedo roto,
pues no es mi estilo el vivir así partido,
quiero gritarles a las dos que yo las amo,
que son mi vida,
que a falta de una de ellas
quedare más que vacío,
ojala que entiendan
y comprendan que las quiero por igual,
ni más ni menos,
así tal cual.

Sin embargo,
no puedo confesarles que así quiero seguir,
no puedo estar parado frente a una,
abrazarla,
disfrutarla y darle así todo de mi…
mientras recuerdo lo sublime de la otra,
su intensidad,
su piel desnuda como lienzo donde yo puedo escribir.

En todo caso…
que suceda al mismo tiempo,
que me dejen consentirlas a las dos,
que permitan que las haga solo mías,
que se dejen halagar al mismo tiempo,
que “una” sea solo musa y “la otra” inspiración,
que aprueben ser su gigoló en su vida,
que se sientan cortejadas,
mis queridas,
que quizás y porque no,
que formemos ese trio tan perfecto…

solo ELLA,
solo YO…
y esta humilde POESÍA.