Nuestro señor Dios
Al despertar, armó un cigarrillo de marihuana
Para dar razón al estado de ánimo
Que genera Dios cada mañana.
Y le agradezco a él;
Por demostrarme lo que puede hacer
Darme un talento notorio y lleno de placer.
Me quita y aniquila todos mis pecados
Porque fumar marihuana no me hace malvado
Más bien me inspira hacer lo deseado.
Dios tan misericordioso y abundante
Tú realeza espiritual es tan gigante, que
Creo lo que haz creado en este mundo intrigante.
Si aveces oro y hablo contigo
Te necesito en mis pestes afligido
Me haces tan angelical con tu manto divino.
Te amo Dios, cuida mi pasos
Ayúdame tanto en cualquier trabajo
Te buscaré y hablaré sin ningún espacio.
Cuida a mi familia sino me quieren
Aunque sea hipócritas dale lo que quieren
Solo tú sabes porque ellos me hieren.
En tu nombre Dios y en tu espíritu
En mi cuerpo amoroso y en tu hijo
Bendiceme por los siglos de los siglos..
Amén.
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