Un cupido desempleado

poema de David Morel

A un cupido desempleado,
con su arco remendado
Ebrio y sin puntería,
le pague los ultimo centavos
que en mi corazón tenia,
para flecharle a ella el corazón.

Fracasado en mi encomienda,
cupido regresó
con un vino y un par de copas.
Bebimos, hablamos...
me contó que jamás
un tiro había acertado.
Me reí de mi suerte,
de este cupido
que me había encontrado,
que mas que cupido
era un chiste malo.

con ganas de matarlo...
acabe por marcharme resignado
de tal derrota de cupido y mía,
a algún lugar. En fin. Algún lugar.

Ella sigue lejos de mi.
y sigo en la suerte
de los zapatos gastados,
el sombrero viejo y
el camino largo y solitario.
Vagando sueños por el
mundo lluvioso y desolado.

Comentarios & Opiniones

Lorena Rioseco Palacios

Imágenes nítidas que cautivan ,todas las estrellas y un cálido abrazo!!!

Critica: