REVUELTA

Al fin se hundió la oscuridad.
Mis pasos ya no sudan miedo
al borde de cualquier abismo.

Ahora sí quiero bullicio
y tatuarlo en mi retina, socavar
la ceremonia donde todos se silencian.

Al fin me alcanza la alegría,
esa grácil muchachita escondida
entre los bosques de una adolescencia tormentosa
aquella dama que de noche me sonríe
y pronto se desnuda en la intemperie

Al fin regreso a casa breve, en minutos,
aunque algunos les joda la memoria;
ya en mi partida no chiflan las cadenas,
el que menos observa futuros en mi sombra.

He dado de baja fulminante
los ridículos martirios,
los comas inducidos donde quería evaporarme.

Sufro una feliz catarsis
amanecido,
claro y cristalino en plena noche.

Por fin la dicha roza mis pisadas……