Siempre su piel

poema de UNA HEMBRA

Esta tarde dancé en el aire,
ese aire quiere darle vuelta
a esta pobre página indefensa.

Quise correr tan fuerte,
que ni yo misma pude detenerme
ni el aire logró convencerme.

Caminé sobre girasoles secos
Les conté mis penas,
porque me besaron los pies.
entonces me dí cuenta.

Yo era girasol también.

Esta tarde sentí en el aire,
el aroma de tu piel.
Mientras danzaba en las telas,
y me tocaba tu ser...