Destino de Juan
Juan Dichoso, changador de feria,vivía en el
morro Babilonia en una casilla sin número
Una noche entro al bar Veinte de Noviembre
Bebió
Cantó
Bailó
Después se tiró al lago Rodrigo de Freitas y
murió ahogado.
Manuel Bandeira
....
Porque no te dieron más que dos monedas,
dos látigos en tu frente,
tú creíste que tu destino era la seda lujosa de la muerte;
y bebiste,
cantaste,
bailaste con ella, en escandalosa cita.
Tal vez se amaron antes de la definitiva llamada.
Tal vez hicieron juntos el solitario proyecto
del camino hacia el lago,
pero consideraste lo otro:
la pavorosa atracción de su voz de sirena
que te llevaba al agua,
apretadas las dos monedas en tu puño.
En la marea angosta sumergiste tus pies.
Tus ojos huecos como sombra
por un momento se extrañaron.
Pero ella te empujaba suavemente,
y tu coraje de siempre rodó
como el cobre que apretabas
"¿Nunca más veré la mañana?"
"Nunca más veré la mirada de mis hijos?"
"¿Dónde está el sonido de la voz lejana de mi madre?"
"¿No hay entre mis fantasmas ninguno que me salve?"
Despojado,
dijiste:
"me llamo Juan Dichoso,
pero la dicha fue para mí un mantel cerrado
por el antojo de los otros,
y ahora,yo, Juan, empiezo a entregar la simpleza de mi nombre breve."
Guillermo Capece
Comentarios & Opiniones
Narración del último capítulo de un hombre sin destino. La atracción que ejerce el agua para quienes se hallan en el filo de seguir aquí o no, es realmente especial. Como tus versos, que son una crónica, creíble porque no pretende gustar si no contar