“Musa”.

Eres la eterna prisión de mis gratos momentos,
la voz que se queda maltratando mi medida,
la puta atrapada con el viejo pensamiento,
que se quiere maniatar cuando engaña mi vida.

Te quisiera abandonar pero el tiempo me mata,
y la tonta ilusión se me convierte en tormento,
apartarte de mí para dejarte sin nada,
pero no puedo olvidar que tan fuerte te siento,

Siempre quieres dejarme tú conflicto latente,
torturando mi credo con tú mente difusa,
y pretendo marcharme pero quedo presente,
porque justo al final te convierto en mi musa.

Y si vuelvo a saber que ya no puedo tenerte,
pues prefiero pensar que ya no quiero dejarte,
me quedaría en el seco camino de la muerte,
solamente por saber que a veces quise olvidarte.