... y es que tienen razón al criticarme.

... y es que tienen razón al criticarme.
Sigo siendo desvergonzado,
prefiero dormir tarde,
despertarme tarde,
las sábanas limpias, pero la cama desordenada,
el café no tan caliente y cargado.
Sigo prefiriendo no ir al trabajo,
quedarme en casa, salir a buscar a los amigos,
para perder el tiempo, para aprovecharlo.
Prefiero permanecer en el patio, sentado,
escribiendo lo que me nace escribir,
y es que tienen razón al criticarme,
no soy un intelectual,
no pretendo serlo,
no sé nada,
sé poco,
y no me provoca tanto que me enseñen,
sólo déjenme aprender.
Sigo siendo callado,
hablo cuando puedo, cuando quiero,
cuando reclamo, y a veces,
no tengo nada mejor que hacer que romper mi silencio
para reír,
reír incluso de mí mismo,
y camino, a veces, apurado,
cuando tengo urgencia de ir al baño.
... y es que tienen razón al criticarme,
si en mis zapatos no han caminado,
aunque siempre ande descalzo.