Todo nada
Quien no te quiere la primera vez
no te va a querer en la siguiente
aunque seguro que no habrá segunda vez si abres la mente,
y las piernas,
y les dejas abiertas todas las puertas por si se despista y se acuerda de que sigue el litro de cerveza en mi nevera.
Intento que vuelva,
pero se va como todo,
y al cabo del tiempo vuelve como nada.
De la nada aparece en mi puerta que tiene ganas de mí,
y yo,
como siempre,
diciendo que sí.
Se marchó,
dejándome la puerta del armario descolgada,
y mi ventrículo derecho,
para que no bombeara al unísono con el suyo.
Mi otro ventrículo insistía en que se fuera como todo,
porque no estaba acostumbrado a tanto alboroto de las emociones escondidas que habían sobrevivido a cada amor fallido y le ahogaban.
Y por no intentarlo todo,
ya somos nada.
La gente que me ve callada me pregunta que me pasa
y les digo que nada, absolutamente nada.
Que ya no hablamos,
que ya no te veo,
que ya no te siento en mí dentro,
que ya no acaricio tu cuerpo...
que ya no hay nada.
Y si todo ha quedado en nada,
¿nos olvidamos de nada e intentamos vivirlo todo?
Luego recuerdo que quien no te quiere la primera vez
no te va a querer en la siguiente.
Pasarán los años
pero la vida no da segundas oportunidades,
da opciones de segunda mano.
Comentarios & Opiniones
Es bello como tus palabras salpican melancolía... Un gusto leerla!
bellas letras hay en tu obra, muy reflexivas, es un gusto leerte, saludos.
Grandioso!!
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