Bailando conmigo

La noche cae.
El silencio apreta mi garganta, impidiendo que vuelva a susurrar tu nombre.
En medio de todo, bailo con mi soledad, en el balcón que simula terraza.
Suena "Tabaco y chanel", y con Bacilos recuerdo las veces que quise hacerte bailar...
Fue en aquél callejón, en la Universidad donde lograste hacerme reír, después de sacarme de la profunda depresión que casi me cuesta la vida.
Me besaste, me dijiste: "Todo estará bien, mi amor, yo estoy contigo"
Y yo, inocente, me di cuenta que te amaba, que te amaba infinitamente.
Después de eso, cometí un millón de errores, ciego, estúpidamente pequé por placer, no por tentado.
¿Cómo explicar lo que ahora siento?
Después que te fuiste, volví a sentir lo mismo que en aquella ocasión, pero esta vez, ya no estabas para decirme "todo estará bien, mi amor, yo estoy contigo."
Me ha tocado aprender, a reír, por mí mismo, a disfrutar de mi vida y avanzar en el laberinto de la vida.
Suena Melendi, y ahora sonrío.
Me fumo un cigarrillo y bailo, bailo conmigo, como un loco. Creo que morirías de la risa y me dirías: "estás loco, mi cielo."
Yo te besaría la frente y te diría, "¿Te salí en una rifa? ¿¡No, verdad!?
Veo el cielo, el mismo con el que escribí aquellos versos que no alcancé a darte.
Y sonrío. Irónicamente he vuelto a escribir, no inspirado por el dolor, sino por la esperanza.
Hoy me acompaña mi soledad, y ¡Vaya ironía!
Me abrazo y me digo "estás loco" veo mi reflejo, sigo bailando, sigo disfrutando de mí.
Es ahora que comprendo, necesito aprender a perdonarme, incluso por tu ausencia.
He dejado de cuestionarme, de culparme por todo.
Sonrío, mi vida, ¡Sonrío!
A veces me caigo en la ansiedad, pero hoy, me obligo a salir a flote.
Suena mi alarma, es hora de despertar, volver al trabajo y seguir con esta construcción que me corresponde.
Nada, ceso... Tic, tac, tic, tac...
Amaneció. En medio del frío, me abrazo, me digo que me amo y que puedo con todo.
¡La noche cayó! Cayó el peso del ayer.
Se fue al fondo la melancolía.