La muerte de lo que nunca existió
poema de Aurora
Eres pura,
como el néctar de una flor
que aún no conoce el roce de un colibrí.
Ansié ser aquel que te descubriera,
pero el destino me negó las alas
para acercarme a ti,
dejándome en la orilla de tus sueños.
Sé que un día,
el amor te encontrará,
y en ese preciso instante,
dejarás de ser
la flor inmaculada que tanto venero.
Y cuando eso ocurra,
me apartaré,
porque ya no veré en ti
la pureza que me cautivó.
Te convertirás en una más,
una sombra en la multitud,
una corriente más en el río de lo común.
El amor que hoy arde en mí,
se apagará como una vela en la oscuridad,
dejando solo el frío
y el amargo sabor de lo que nunca fue.