Susurros del viento

SUSURROS DEL VIENTO

En el inmenso jardín de mis emociones, te he amado de mil maneras, con el corazón desnudo y la sinceridad como mi guía. Sin embargo, mis esfuerzos se desvanecieron como ecos en un vacío, y mis palabras no hallaron refugio en tu alma. Busqué tu presencia en noches estrelladas y en días dorados, anhelando que el resplandor de mi amor iluminara tu ser.

Dediqué a tu nombre más de ochenta canciones, cada una un himno a mi devoción, pero temo que sus notas nunca tocaron tu corazón. En el silencio, mis gestos se convirtieron en motivo de burla, mientras tus risas y tus consejos para buscar alivio en la razón desgarraban el tejido de mi alma.

Nunca olvidaré el dulce sabor de tus besos ni los cálidos abrazos que envolvieron mi ser, llenando cada rincón de mi existencia. Me enamoré con una profundidad sincera y eterna, y quiero que sepas que, en mi vida, no ha existido otro; solo tú ocupas el lugar más sagrado de mi corazón.

Ahora, con el alma serena, me despido. No deseo ser sombra que turbe tu sendero. Dejo mi amor como un susurro en el viento, un delicado eco de lo que pudo ser, deseando que encuentres paz y alegría en cada paso que des.

— Selene Nocturna
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