Del diario de la luna 5

Observo que mientras corres
el tiempo se va corriendo,
pero lo mismo nos ocurre
cuando te estás durmiendo.

Lo mejor para vivir y disfrutar
es la marcha de un buen crucero.
Ni el apurado nervioso de la prisa
ni ese durmiente demasiado lento.

Todo lo que nos permita viajar
con ojos asombrados bien abiertos,
distracciones y cambios suficientes
para que nunca haya aburrimiento.