18/02/22
poema de Dante monroe
Oh como te extrañaba querida
Dulce paz en tu regazo
Tan cerca pero a la vez tan lejos siempre
No puedo esperar a mi partida
Amada dueña de perdicion y mal
Extrañada agonia del pasado
Dulce llave de mi cárcel
Cuando mi corazón habla miente
En ti no hay vida, querida
Y ese es mi llamado de sirena
Mi deseo de nubes negras
Desde que en esta vida tan mórbida
Solo veo huesos y calaveras
Recubiertas de piel, sangre y decepción
Un amor prohibido
Pero, al final dulce amor