Es tan extraño este amor
Es tan extraño este amor… no es necesario que lo digas.
Muchas veces he pensado…
que en tus ojos asoman los destellos convulsivos de sentimientos extraños
que claramente delatan la necesidad de retratar un mundo enternecido;
y sin embargo,
mi mirar se torna esquivo;
y no por que desdeñe el cariño,
por que no existe manera de tornar la vista fiera ante lo que nos complace tanto.
He pensado otras tantas…
que muchas veces tus manos se encienden en arrebatos
llegando a mí cual si fuera la disfrazada caricia que quisiera;
y mis manos se sublevan;
y sin embargo,
no es que yo no lo quiera;
mejor me alejo despacio no vaya ser que pudiera.
Otras veces he creído…
que ¡espíritu enternecido! te ha delatado un suspiro,
y oigo correr la vida cuando dilata mis venas,
fluye mi sangre cuando te miro;
y sin embargo
con mucha ansiedad me apena pensar que es mi vanidad.
Otras veces tu figura me desdobla los sentimientos;
y en silencio te dibujo, y me voy metiendo en tus brazos hasta llegar a tu boca;
es tanto lo que me provoca;
y sin embargo,
me alejo en mi pensamiento,
con mi mirada furtiva;
no sea que alguien te diga la verdad de este sentimiento.
De vez en cuando tu roce que creo premeditado,
suelta en mi tantas amarras,
y me encuentro nuevamente en tus confines;
tu cara, tus convexos, tus cóncavos,
tu mirada;
y se humedecen nuevamente los labios;
y sin embargo,
recojo lentamente las amarras por no ser tan presuntuoso
y enterarme que al fin y al cabo no es mas que un movimiento sospechoso.
¡Es tan extraño este amor, es mejor que no lo digas!.
Por que en días como este
en que la vida es un camino cuesta arriba,
cuando es tan necesario que estés cerca, contar contigo, poseer la intima alegría;
que sin embargo,
una persona hay que sabe cambiarnos la calidad del día;
que sabe arrancar de nuestra mente
los fantasmas del pasado, del presente,
del torbellino voluptuoso de la mente,
de las zonas conflictivas.
Y otras veces he pensado, cuanto durara…
Si acaba o perdura, una cosa es segura;
algo me llevo de ti;
y sin embargo,
nadie llegara a saberlo;
por que me muerdo los labios antes que decir algo más que te recuerdo.